Cerámicas O Castro

El complejo de O Castro

El Ayuntamiento de Sada, aprobó en el año 2015 una moción para instar a la Xunta a declarar BIC todo el conjunto identificado cómo Cerámicas de O Castro por considerar que reúne las condiciones para ser declarado cómo tal en la categoría de conjunto histórico como agrupación de bienes inmuebles de carácter industrial y cultural. La protección establecida contempla la continuidad a esos usos para su interpretación adecuada como la mejor forma de mantener su autenticidad.

En 1949, Isaac Díaz Pardo, decide instalar un pequeño taller cerámico en las antiguas cocheras del pazo de la familia de su mujer, Carmen Arias, en el Castro de Samoedo. Será el germen a partir del que se desarrolle el complejo industrial y cultural de Cerámicas O Castro.

El proyecto no responde a un diseño preconcebido, sino que está asociado a un compromiso intelectual, social, cultural y político de reivindicación de una identidad propia.

Fue creciendo a pesar de las difficultades, gracias al esfuerzo, los recursos y la participación de personalidades singulares de la intelectualidad gallega o de gallegos exiliados como Luis Seoane, que contribuyeron a convertir el proyecto en un modelo de síntesis para la recuperación económica y cultural de Galicia.

Desde el punto de vista industrial, destaca el año 1960 cuando se construye una nueva planta en O Castro en la que se incorporan a la producción diseños entroncados con motivos abstracto-geométricos tomados del románico y del barroco de Galicia, y formas que, en cierta medida, guardan paralelismo con el simbolismo formal del arte románico.

En 1963 se crea el Laboratorio de Formas, nacido en la Galicia emigrada, como hecho de la voluntad de dos artistas que proponen el estudio de las formas desarrolladas en el pasado gallego y que aún hoy alientan, heredadas de ese pasado a nuestro presente tal como señala el Manifiesto del Laboratorio de Formas, redactado por Luis Seoane con la contribución de Isaac Díaz Pardo. La creación del Laboratorio de Formas de Galicia constituye el diseño de las líneas estructurales básicas para la recuperación de la memoria histórica.

Desde él, se desarrollan proyectos para producir y reproducir objetos industriales, se recoge para su estudio y divulgación obra y documentación del movimiento renovador del arte gallega a partir de Castelao, se trabaja para promocionar y divulgar el estudio de la historia contemporánea de Galicia, para recuperar la imagen de Sargadelos (una empresa que hace 200 años había desarrollado un modelo industrial pionero en planteamientos jurídicos y éticos de referencia), para mejorar la imagen de la información y de la comunicación, y para realizar y apoyar todo tipo de investigación que tuviese Galicia en su horizonte.

Cerámicas O Castro y el Laboratorio de Formas firman un convenio para la creación del Museo Carlos Maside, de los edificios de O Castro y de otras instituciones ideadas para trabajar en la recuperación de la memoria histórica de Galicia.

Se inaugura en 1970 como centro cultural vivo donde reunir parte de la plástica gallega contemporánea. En sus fondos encontramos obras de Lloréns, Castelao, Bonome, Laxeiro, Xulia Minguillón, Lugrís, Seoane, Francisco Asorey, Xosé Frau, Maside o Colmeiro.

Andrés Fernández-Albalat, diseña como contenedor, un edificio compuesto de varios volúmenes hexagonales y diferentes alturas, con cubrición piramidal y pintados con diferentes colores.