Fontán es el barrio marinero por excelencia de Sada. Se muestra, desde el mar, como un conjunto de viviendas que se acoplan de manera desordenada a lo largo de la ladera del acantilado que domina el puerto. De cerca, es una sucesión de calles angostas y sinuosas, que asoman al mar como balcones que nos invitan a conocernos s Sada marinera.
El barrio se organiza alrededor de una calle principal, que lleva el nombre del empresario e inventor Sanjurjo-Badía, desde la que confluyen las calles Rúa das Flores, Chousas de Santaia, Encascadoiro, Fonte, Camiño de Ferrer, rúa do Medio y de Abaixo, do Castelo, etc., topónimos que nos ayudan a entender la historia y la vida de Fontán.
Desde el centro de Sada, podemos llegar hasta Fontán por la Avda. de Sada y sus Contornos o por el paseo marítimo portuario. Si escogemos la primera opción, además del edificio de la “Escuela laica”, hallaremos interesantes fachadas con decoración modernista: volutas que enmarcan las puertas, riberetes que recorren los linteles, armoniosas balaustradas de hormigón que cierran los balcones y carpinterías con esquemas vegetales y geométricos.
Siguiendo esquemas racionalistas y funcionalistas se trata sin duda de una particular reinterpretación del plano de edificaciones de las casas de los marineros. El arquitecto aprovecha la fuerte pendiente de la parcela para superponer por hileras las viviendas y obtener una correcta ventilación e iluminación de cada una de ellas.
En el conjunto se alternan llenos y vacíos, calles internas peatonales que traban las viviendas entre sí y forman una especie de patios que recuerdan los callejeros tradicionales. A las viviendas, elevadas sobre bases, se accede por escaleras exteriores, y las plantas bajas se abren configurando patios cubiertos que funcionan como pasos longitudinales.
Entre las viviendas marineras, destaca el conjunto que encontramos en la calle rúa das Flores, donde se combinan las tres tipologías de fachada: plana, corredor y galería, que veremos en las casas del Camiño de Ferrer, Encascadoiro o en la rúa de abaixo. Al lado de la llamativa casa con corredor, está la casa del remo, con su ventana – balcón centrada en una fachada de apenas dos metros de ancho. Posiblemente sea una de las casas más estrechas de Galicia, dado que aún se estrecha más hacia el interior, lo que obliga a desarrollar los usos habitacionales en la vertical definida por el tiro de la escalera.
El Fontán más tradicional, el de las casas marineras, estrechas, con sus ventanas-balcón, galerías y corredores con balaústres de madera torneada , que se agrupan formando conjuntos de especial belleza en los que los huecos de las ventanas se distribuyen rítmicamente en el plano de las fachadas. El aprovechamiento extremo del edificable se refleja en la sensación de acumulación y de superposición de los edificios.