Barrios Marineros : A Tenencia

El Barrio de A Tenencia es uno de los asentamientos urbanos más antiguos de Sada. Se extiende por las manzanas comprendidas entre la Praciña do Conde y la Plaza da Peixería, donde se encuentra la calle que da nombre al barrio.

Se le llamaba tenencia a la renta que pagaban por el uso de las tierras los vasallos de los señores y el nombre del barrio parece proceder del hecho de que allí estaba la casa donde el Conde de Andrade recaudaba el tributo.

En los nombres de las calles (del Arenal, del Puerto [hoy José monzo], de la Galera,de la Marina, o en el de la plaza de la Pescadería) se evidencia ese vínculo entre la tierra y ese mar que llegaba hasta donde hoy están las casas que marcan la línea de la avenida da Mariña, que formaba una playa en la plaza del relleno (la plaza da Peixería) y que, sin duda, se adentraba en el barrio hasta los callejones de Venus y del Alba atravesando parte del que hoy son las rúas do Sol y de la Estrela.

A finales del s. XIX se construyó un muro para ampararse de los embates del mar, y un siglo después, la conexión de A Tenencia y el mar se desvaneció con el relleno del paseo marítimo.

Las casas marineras

El esquema más simple se desarrolla en una sola planta, con desván o con una mansarda que se abre en el centro del tejado. Más complejas son las casas de corredor, con balcones cerrados por balaustradas de madera o por baranda de hierro, con puertas de aire y ventanas de contras que se abren en las fachadas de mampostería revestidas de cal.

Las casas burguesas

Las encontramos agrupadas en el cruce de las calles José Monzo e Iglesia. Son viviendas que aparentan imitarse unas a otras con un esquema simple, en el que la fachada de la planta baja se ocupa con la puerta de acceso y con una ventana lateral. La planta superior luce balcones cerrados con baranda de forja armadas sobre cantería. Su construcción debe relacionarse con el progreso económico que acompañó el desarrollo de la industria del salazón y de la conserva a finales del s. XIX.

Los elementos decorativos característicos del modernismo sadense se encuentran en muchas de las fachadas de A Tenencia. Formas esquemáticas, geométricas o vegetales destacan los recercados de ventanas y puertas. Líneas quebradas y guirnaldas vegetales juegan entre los huecos de las fachadas y hasta en la numeración de las casas se recogen los gustos decorativos que se impusieron en los años veinte.

La casa de la familia Noya, en el mismo inicio del barrio, destaca por la sencillez de una fachada organizada en tres plantas en las que se abren amplias puertas de aire protegidas por las filigranas de unas verjas de evidente gusto modernista. En el último piso se abre un corredor cerrado por una baranda de hierro en el que se combinan líneas geométricas.

A su lado, se encuentran viviendas más modestas con elementos decorativos de influencia modernista salpicando las fachadas.

En la calle de José Monzo, destaca el conjunto que forman las casas de Xefa, Pallares y Ríos, tres construcciones independientes que mantienen un mismo gusto estético. Dominan las formas modernistas con pesados balcones cerrados por balaustres torneados que se sustentan sobre ménsulas decorativas. Los recercados se realzan con formas geométricas y las guirnaldas, que lucen motivos vegetales recorren las cumbres de las fachadas.

La casa de la familia Fachal replica un tipo de fachada que veremos en otras viviendas. Combina elegantemente los elementos decorativos geométricos de los balaustres que cierran los balcones, las formas vegetales que los recercados de las ventanas de la planta superior y la línea que definen los vidrios coloreados en verde.

La casa de la Pichocha sintetiza modernismo y eclecticismo. Las galerías de hormigón del primer piso recuerdan a los tallados en madera. Las balustradas, que reparten su peso a lo largo de toda la fachada, fingen apoyarse en una moldura que a modo de cornisa se divide con listones. La fachada se finaliza con una sucesión de pequeñas ménsulas, una guirnalda de formas vegetales y motivos ornamentales que se apoyan en machones cúbicos.